Valledupar, 19 de enero de 2017. Debido a la presencia de la encefalitis equina venezolana (EEV) en el departamento del Cesar, el Instituto Colombiano Agropecuario, ICA, adelanta diversas acciones con el fin de controlar la enfermedad y evitar que se expanda a otras zonas del país.
El departamento del Cesar cuenta con 25 municipios, 12 de ellos han reportado casos de síndrome neurológico en équidos (equinos, asnales y mulares), así; Codazzi, Astrea, Becerril, Bosconia, Chimichagua, Chiriguaná, Curumaní, El Copey, La Paz, Pueblo Bello, San Diego, Valledupar). De los anteriores, 7 han sido confirmados como positivos a la EEV: Codazzi, Bosconia, Chiriguaná, Curumaní, El Copey, La Paz y Valledupar.
Hasta el momento en los doce municipios se han atendido 35 episodios compatibles con cuadro neurológico, donde se involucra una población total de 563 équidos, 70 enfermos y 55 muertos.
El municipio más afectado por esta enfermedad es Valledupar con el 26.7%, seguido de Codazzi con una afectación del 20%.
“Es deber del Instituto impedir la diseminación de la enfermedad y contribuir a su control en beneficio de la sanidad pecuaria del país, por eso el ICA declaró en cuarentena las veredas con casos de los 7 municipios afectados”, señaló Luis Humberto Martínez Lacouture, gerente general del ICA, quien agregó que “el ICA está haciendo su tarea de vacunación de los équidos pero hace un llamado urgente a las autoridades de salud del departamento y de Valledupar para que realicen las actividades de control de los vectores (mosquitos picadores) que transmiten la enfermedad”.
A la fecha, desde la emergencia, los funcionarios del ICA han vacunado más de 15.000 équidos. La entidad, como autoridad sanitaria del país, continúa monitoreando la zona y tomando muestras de équidos con sintomatología compatible a la enfermedad, con el fin de controlar la enfermedad y contener su diseminación. Entre 2015 y 2016 se han vacunado en todo el Cesar, cerca de 25 mil animales.

La EEV es una enfermedad de especial importancia para la salud pública debido a la posibilidad de su transmisión entre los animales y el hombre. Por esta razón, la vigilancia epidemiológica de la EEV requiere de un esfuerzo conjunto y coordinado entre las entidades de salud animal y salud humana, con el apoyo de medio ambiente.
La vacunación contra la EEV tiene una vigencia de dos años. El tenedor de équidos pude solicitar a la oficina del ICA más cercana a su predio la vacunación de sus animales.
Para fortalecer las acciones de vigilancia, el Instituto también estableció las siguientes medidas:
1. Difundir el programa de higiene y sanidad para instalaciones domiciliarias y caballerizas, lo cual contribuye a reducir la exposición de humanos y animales mediante la disminución de criaderos de los insectos vectores, tales como: culex, aedes, anophelinos, sorophora, manzonia.
2. Realizar la vacunación contra EEV, de todos los équidos de predios que no tengan vacunación vigente.
3. Realizar una limpieza rigurosa de los establos, bretes, bebederos, comederos y controlar la proliferación de mosquitos.
4. Fumigar y utilizar toldillos, repelentes y zona adecuada (camisa manga larga) dentro de la zona en cuarentena y aledañas, con el fin de evitar las picaduras de insectos vectores y la proliferación de criaderos de mosquitos.
5. Mejorar las condiciones de aseo, manejo y disposición final de los residuos sólidos.
El ICA hace un llamado a los productores de équidos para que notifiquen al ICA o a la primera autoridad de salud del lugar, la sospecha de casos neurológicos de animales o personas, con el fin de atender y diagnosticar de manera oportuna la EEV, y de esta forma, emitir las medidas y recomendaciones necesarias.
