28 de septiembre de 2015. La rabia es una encefalomielitis vírica aguda casi siempre mortal, que ataca el sistema nervioso central y es trasmitida entre otros, por el murciélago hematófago o vampiro que se alimenta de sangre. Afecta a todos los animales de sangre caliente principalmente bovinos, equinos, porcinos, ovinos, caprinos y humanos que entran en contacto con animales enfermos.
Se diferencian dos tipos de rabia, la de origen silvestre y la urbana en razón al tipo de animal transmisor o ciclo epidemiológico, aunque frecuentemente animales silvestres infectan perros, gatos y otros animales domésticos. Se denomina rabia urbana aquella que circula de un perro a otro y eventualmente al hombre o a los animales domésticos.
El 28 de septiembre se conmemora el día mundial contra la rabia a la que se unen La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura FAO, la Organización Mundial de Sanidad Animal, OIE, y la Organización Mundial de la Salud, OMS con la meta común de eliminar la rabia humana y controlar la enfermedad en animales.
De acuerdo a las estadísticas cada año, unas 70.000 personas mueren a causa de la rabia, muchas de las cuales son niños mordidos e infectados con el virus de la rabia por animales domésticos como perros y gatos.
En Colombia el Instituto Colombiano Agropecuario, ICA, desarrolla un programa de capacitación, educación y divulgación a través de cursos, talleres, reuniones, conferencias y charlas, para fomentar la cultura sanitaria, dirigido a los profesionales, técnicos operativos, y ganaderos, el cual incluye temas relacionados con el conocimiento de la enfermedad, diagnóstico, vacunación, métodos de control de murciélagos hematófagos y uso de sistemas georeferenciados para tener control y aplicar acciones preventivas en los predios del área.
Durante el año 2015 en Colombia se han presentado 165 casos en los departamentos de Casanare, Cauca, Cesar, Magdalena y Norte de Santander, los cuales han sido atendidos oportunamente por el ICA,
La reducción en la población de transmisores de murciélagos hematófagos a través de su captura, es realizada por personal del ICA, y técnicos capacitados y aprobados previamente en dicha labor. Una vez se capturan los murciélagos son identificados y clasificados y se procede a su tratamiento con el anticoagulante, luego son liberados para que lleguen nuevamente a sus colonias e iniciar así el control de los vampiros.
De cada captura realizada se envía uno o dos murciélagos hematófagos al Laboratorio Nacional de Diagnostico Veterinario, LNDV, del ICA para su diagnóstico a rabia.
Las estrategias del proyecto nacional de prevención y control de rabia de origen silvestre en Colombia son diseñadas y ejecutadas bajo el marco de referencia emitido por La FAO, la OIE y la OMS que están trabajando conjuntamente con el ICA, y se fundamentan en la caracterización epidemiológica de la enfermedad, la implementación de medidas de control para reducir la población de murciélagos hematófagos en áreas seleccionadas, el incremento de la vigilancia epidemiológica, la capacitación, la educación sanitaria, la divulgación, en la vacunación sistemática y masiva de bovinos ubicados en áreas de riesgo, y las medidas para su prevención y control.
El ICA entrega las siguientes recomendaciones para la prevención y control de la rabia silvestre bovina:
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Vacunar a toda la población de bovinos, equinos, caninos y demás especies susceptibles cada año con las vacunas con registro ICA que se comercializan contra Rabia. (aprovechar los ciclos de vacunación contra aftosa y solicitar la vacuna Aftorabia que suministraran los vacunadores de Fedegan).
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Informar al ICA cuando hay animales en los predios con signos neurológicos y con mordedura de murciélago.
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No manipular los animales que presenten los signos neurológicos.
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Identificar refugios como cuevas, arboles huecos donde viven los murciélagos y notificar al ICA para que hagan la captura indicada.
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El ganadero nunca debe intervenir los refugios porque esta mala práctica ayuda al desplazamiento del problema a otros predios y acaba con poblaciones de murciélagos benéficos como los insectívoros, frugívoros, etc).
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No comercializar la carne de animales enfermos.