21 de febrero de 2013
Un sistema de alerta rápida sobre los productos químicos peligrosos
Colombia fortalece su sistema de comunicación de incidentes sanitarios causados por plaguicidas
Se determinará la detección de los efectos que causan los plaguicidas en el medio ambiente y en la salud de las personas. Los resultados se utilizarán para alertar a las autoridades mundiales competentes y así tomar las medidas requeridas para mitigarlos y controlar su comercio.
Bogotá, febrero 21 de 2013. Bajo el marco del Convenio de Rotterdam, representantes de las entidades gubernamentales involucradas en el manejo y control de los plaguicidas extremadamente peligrosos, se reunirán el próximo 21 y 22 de febrero en Bogotá para analizar estrategias que permitirán fortalecer los sistemas nacionales de monitoreo y notificación de los incidentes sanitarios causados por tales productos.
El propósito es promover la responsabilidad compartida entre las partes para proteger la salud humana y el medio ambiente frente a posibles daños de los productos químicos, contribuyendo a su uso racional y facilitando el intercambio de información que permita la adopción de decisiones sobre las importaciones, exportaciones y producción, obligando a los países exportadores de tales productos a respetar las decisiones de los países importadores.
“Las autoridades interesadas en el control de los productos químicos peligrosos monitorearán y recopilarán información sobre los riesgos que representan algunos plaguicidas en la salud humana y el medio ambiente, con el fin de notificarlos internacionalmente y además proponer su inclusión en el Anexo III del Convenio de Rotterdam como productos sujetos al procedimiento de consentimiento fundamentado previo a su comercio internacional, para que una vez incluidos el país pueda adoptar decisiones sobre su importación, exportación y producción”, explicó Teresita Beltrán Ospina, Gerente General del ICA.
Dicho trabajo inicia con la realización de este taller nacional orientado a planificar las actividades de recolección de datos en campo. Consecutivamente, se llevará a cabo la recopilación de la información proveniente de los agricultores y los centros de salud durante un periodo de alto uso de plaguicidas. Finalmente, se socializarán los resultados de la evaluación para su posterior seguimiento e implementación por parte de las entidades gubernamentales.
Este proceso involucra la alianza estratégica entre la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, FAO; el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, PNUMA; el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural; el Ministerio de Salud y Protección Social y el Instituto Colombiano Agropecuario, ICA.
Es de resaltar que los productos químicos y plaguicidas pueden perjudicar gravemente la salud humana y animal, así como el medio ambiente, además de acarrear importantes consecuencias económicas derivadas de la pérdida de mano de obra y el costo de los tratamientos para controlar las intoxicaciones y otras enfermedades originadas por estos insumos.
El convenio Rotterdam es un instrumento ambiental utilizado a nivel mundial que les permite a los países que hacen parte del mismo tomar decisiones que controlen el comercio de plaguicidas y productos químicos de uso industrial, según el riesgo que generen a la salud humana. En Colombia las autoridades designadas para este tema son el Ministerio de Salud y Protección Social (productos químicos de uso industrial) y el ICA (plaguicidas). 150 países hacen parte del convenio y Colombia lo ratificó mediante la Ley 1159 de 2007.