Japón recibe y degusta mango Tommy Atkins procedente de Colombia

El país avanza en procesos cuarentenarios, abriendo los mercados internacionales

Cada semana, vía aérea, Colombia está despachando 1.000 kilos de mango Tommy Atkins a Japón.
El ingreso de esta fruta colombiana al Japón es el resultado de la iniciativa de pequeños productores nacionales que, cumpliendo con las normas fitosanitarias e invirtiendo en infraestructura para el tratamiento de vapor caliente, eliminan la mosca de la fruta y hacen realidad las agro exportaciones.
 


Bogotá, agosto 8 de 2012. El Ministerio de Agricultura, Pesca y Forestal del Japón (MAFF, por sus siglas en inglés), autorizó el tratamiento cuarentenario de vapor caliente realizado al mango variedad Tommy Atkins, fruta producida en el Valle del Cauca y tratada y empacada en la planta de ASOPPITAYA en Bogotá, posibilitando así su ingreso al país asiático. Se trata de un avance relevante para el agro nacional que permitió iniciar las exportaciones a partir del 24 de julio pasado.
 
Este logro es el resultado de la labor conjunta realizada por el Instituto Colombiano Agropecuario (ICA), los productores de mango del norte del Valle del Cauca y la planta empacadora de Asoppitaya, dando cumplimiento a los requerimientos sanitarios exigidos por la autoridad nacional, como el registro de predios exportadores, el programa de control de la mosca de la fruta, las buenas prácticas agrícolas y los procedimientos del protocolo suscrito con el MAFF para la cámara de vapor, cuyo tratamiento garantiza la eliminación de la mosca del mediterráneo ceratitis capitata, no presente en Japón.
 
La inspección y vigilancia fitosanitaria fue realizada por los funcionarios de la seccional del Valle del Cauca y de cuarentena vegetal del Instituto, para garantizarle al MAFF que, desde el cultivo hasta el despacho de la fruta en avión, se cumplieran los más exigentes controles fitosanitarios. Así se consiguió no sólo la autorización del tratamiento de vapor, sino también que se le delegara al ICA la vigilancia de la campaña exportadora, como evidente signo de confianza propio de la cultura japonesa cuando considera que su contraparte lo merece.
 
Esta tarea, delegada por el MAFF al ICA, beneficia al Instituto al ser reconocido positivamente como autoridad fitosanitaria responsable y exigente, y de igual forma, a los agroexportadores, porque les reduce en un 100% los gastos, ya que la estadía de cada inspector japonés que debía permanecer en el país para revisar el proceso, le significaba al productor una inversión de aproximadamente cuarenta millones de pesos, entre los costos de los pasajes, viáticos, estadía y transporte, por campaña exportadora.
 
María Cristina Torres Villamil, Subgerente de Regulación Sanitaria y Fitosanitaria del ICA, como responsable de los procesos de admisibilidad sanitaria y fitosanitaria en los mercados internacionales, afirma: “Este proceso ejemplarizante, de pequeños productores asociados, persistentes y visionarios, demuestra que, a partir del compromiso, el cumplimiento de la normatividad fitosanitaria nacional y la inversión privada en infraestructura para tratamientos físicos que eliminan el riesgo de ingreso de plagas en territorios extranjeros, es factible que las frutas colombianas ingresen a los más exigentes mercados mundiales. Por ello, es necesario que los productores agropecuarios conozcan y cumplan la normatividad nacional y utilicen los programas o mecanismos que el ICA, el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural y el Gobierno nacional, han dispuesto para el aprovechamiento de los tratados de libre comercio y los acuerdos comerciales. Es necesario que consideren, entre sus decisiones, el cambio de los tradicionales centros de acopio, por adecuadas plantas empacadoras, con infraestructura para los tratamientos cuarentenarios exigidos por países que pueden ser importantes compradores de los productos agropecuarios nacionales, como lo han logrado muchas de nuestras naciones vecinas, como Perú, Chile y Ecuador, entre otras”.
 
Por su parte Sandra García, Gerente General de Asoppitaya, manifiesta que aunque la labor no fue fácil, tuvo la fortuna de recibir la atención y la guía de muchas entidades del gobierno, entre ellas el ICA, las cuales apoyaron y favorecieron el proceso de producción y de habilitación de la única planta empacadora con cámara de vapor en Colombia. “Para aprovechar esa colaboración, era necesario mostrar resultados, los cuales se obtuvieron gracias a la responsabilidad y compromiso de cada uno de los miembros de la asociación. He tenido la oportunidad de hablar con otros productores y por medio de mi experiencia demostrar que sí es posible mejorar los procesos para presentar productos de calidad al mundo”, afirma Sandra García.
 
La habilitación y certificación por parte del gobierno japonés de la pequeña cámara de vapor para frutas en Colombia, es el primer gran paso para que la labor de admisibilidad fitosanitaria sea realidad, especialmente para las exportaciones de aquellas frutas afectadas por moscas. “La gestión del ICA busca que las puertas de acceso de nuestros socios comerciales permanezcan sin candado a los productos nacionales, siempre y cuando,  desde el inicio de los desarrollos agrícolas, cumplan con las normas nacionales y los requisitos de nuestros socios internacionales”, afirma María Cristina Torres.
 
Datos de interés
  • Asoppitaya es una asociación de 49 pequeños productores, constituida hace once años.
  • Cada semana, vía aérea, Colombia está despachando en esta campaña exportadora, 1.000 kilos de mango Tommy Atkins a Japón.
  • El país produce más de 200.000 toneladas anuales de mango de diferentes variedades, en 18.160 hectáreas a lo largo y ancho del país. Se destacan 44 municipios con más de 100 hectáreas sembradas.
  • En el año 2010 y de acuerdo con la FAO, el mundo tenía sembradas 5’245.484 de hectáreas de mango, con una producción de 38’665.809 de toneladas,  creciendo al 14% y 16% respectivamente en los últimos cinco años.
  • El 98% de la producción mundial de mango se consume y comercializa en fresco.
  • Estados Unidos es el mayor importador de mango fresco del mundo, con aproximadamente 300.000 toneladas anuales provenientes de México, Perú, Brasil, Ecuador y Haití principalmente.

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