Se revisará situación específica en Caldas y en Tolima

Ica: niveles de roya y broca en cultivos de café son normales

La roya del cafeto es una enfermedad catalogada como la principal del cultivo del café en el mundo
  •  Las condiciones climáticas de los últimos meses han favorecido el desarrollo de la roya en algunos cultivos cafeteros
  • Ica recomienda a los productores cafeteros utilizar variedades resistentes en las siembras de café, para reducir costos y pérdidas por la afectación de la roya 

El Instituto Colombiano Agropecuario, Ica, dio un parte de tranquilidad al sector cafetero, al comprobar que el nivel de presencia de la Roya y Broca en los diferentes cultivos de café del país es normal.
 
En cuanto a la roya del café, informó que se han detectado algunos focos en los municipios tolimenses del Fresno, Líbano, Casabianca y Villa Hermosa, así como en los municipios de  Manzanares y Marquetalia en Caldas y Tolima, en donde se está analizando la situación de manera conjunta con los Comités de Cafeteros de estos departamentos.
 
“Se está cuantificando el nivel de infección de esos focos, ya que la información que estamos manejando hace referencia a pequeños cultivos, en donde se está verificando el nivel de defoliación de las plantas, pues esto puede ocasionar disminuciones de hasta el 50% de las producciones”, agregó Jaime Cárdenas López.
 
El gerente encargado recordó que existe en el país un pequeño porcentaje de cultivos sembrados con variedades de café no resistentes a la roya como caturra, típica y Borbón. Estas son susceptibles al ataque de este hongo y se calcula que dichos cultivos solo representan el 4% o 5% de la totalidad del área sembrada en el país que asciende a las 870 mil hectáreas.
 
La presencia de la roya se puede presentar porque el hongo ataca cuando encuentra material o plantas que están predispuestas, es decir que nos son resistentes o en otros casos porque los niveles de fertilización no son adecuados.
 
De otra parte el Ica estableció que la continuidad e intensidad de lluvias presentadas durante el año pasado, así como las condiciones de humedad relativa y de láminas de agua permanentes sobre las hojas influyeron en la dispersión del patógeno que causa la roya.
 
El gerente del Ica dijo que “pese a no tener una situación de alarma con respecto a la roya, no podemos bajar la guardia, pues los caficultores no pueden permitir que luego de haber avanzado en el control de esta plaga, tengamos que volver a lidiar con ella”.
 
El funcionario recomendó a los productores cafeteros utilizar variedades resistentes en la siembra del café para reducir costos y evitar pérdidas por la afectación de la roya, al tiempo que solicitó fertilizar adecuadamente los cultivos y estar atentos a la defoliación y notificar estas situaciones de manera oportuna ante los Comités de Cafeteros y el Ica.
 
En lo que tiene que ver con la broca, el Ica, a través de funcionarios en campo y estudios realizados, evidenció que el nivel de infestación de esta plaga se mantiene controlado, teniendo en cuenta que de las 870 mil hectáreas sembradas en café en todo el país, durante el año 2008 se inició con un nivel de infestación del 1.36 por ciento y finalizó en 1.41 por ciento.
 
En este aspecto el alto funcionario recalcó la labor de los agricultores, quienes realizaron adecuadamente las prácticas culturales, la recolección oportuna de la cosecha, así como un manejo integrado de la broca. Sin embargo, también hizo un llamado a los cafeteros a monitorear permanentemente los cultivos, y así tomar acciones preventivas en caso de una eventualidad.

 
DATOS DE INTERES
 
  •  La roya del cafeto es una enfermedad catalogada como la principal del cultivo del café en el mundo, por los daños económicos que ocasiona y las pérdidas que puede generar en variedades no tolerantes.
  • En 1970 la roya del café fue reportada por primera vez en Sudamérica en Brasil, causando justificada alarma en el continente americano, el cual produce más del 65% del café mundial.
  • Su presencia en Colombia se detectó en septiembre de 1983, en la región más tecnificada del territorio colombiano, departamentos de Caldas y Risaralda. Antes de finalizar el año de 1983 ya se había diseminado la enfermedad en de más de 57 fincas en una extensión mayor a las 4000 hectáreas.  
 

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