02 de junio de 2009
Ganadería del país entre las más aptas dentro del mercado internacional
ICA: Después de la certificación viene un arduo trabajo para mantener la sanidad de nuestra población animal
- Mayor control en fronteras
- Se mantiene la restricción de importaciones de animales y subproductos procedentes de países endémicos de fiebre aftosa
- Nariño y Putumayo tendrán una Zona de Alta Vigilancia
Adquirida la certificación de Colombia como libre de fiebre aftosa, el gobierno continuará comprometido con planes de acción que mantengan esta enfermedad ausente del territorio nacional y que además le permita al país conservar el status sanitario obtenido.
De esa manera, el Instituto Colombiano Agropecuario, ICA, reforzará la vigilancia epidemiológica en las fronteras, además de conservar la normatividad sanitaria establecida en el Plan Nacional de Erradicación de la Fiebre Aftosa, promulgada por medio de la Ley 395 de 1997 y mediante la cual el Estado la declaró como asunto de interés nacional.
Igualmente mantendrá anualmente los dos ciclos de vacunación establecidos contra fiebre aftosa, considerando que la inmunización es una herramienta fundamental para mantener a las aproximadamente 23 millones cabezas de ganado con las que hoy en día cuenta el país blindadas contra esta peligrosa enfermedad.
“No podemos desfallecer en el tema de vacunación, debemos comprender que es una estrategia efectiva que seguramente nos ayudará a mantener la ausencia de la enfermedad en nuestros hatos ganaderos, por lo que los niveles de inmunización deben ser cada vez superiores hasta alcanzar una vacunación del cien por ciento de la población animal de forma sostenida”, afirmó Luis Fernando Caicedo Lince, gerente general del ICA.
El alto funcionario aseguró también que la certificación debe generar un ambiente de entusiasmo entre los ganaderos, ya que los productos cárnicos y lácteos que se producen en el país hoy tienen posibilidad de incursionar en más de 120 nuevos mercados.
El ICA reforzará la ubicación de puestos de control a lo largo del territorio nacional, especialmente en las zonas fronterizas donde se corre mayor riesgo de ingreso al país de la enfermedad, ya que Venezuela y Ecuador son países endémicos de fiebre aftosa.
De esta manera, en una franja de 15 km en el departamento de Arauca se estableció una zona de alta vigilancia, ZAV, en la cual se realizan acciones específicas epidemiológicas que incluyen identificación individual de animales, mayor control a la movilización y seguimiento estricto de los mismos.
Se espera que antes de finalizar este año se implemente también una zona de alta vigilancia en la frontera con Ecuador, en los departamentos de Nariño y Putumayo, en donde desde ya se está delimitando geográficamente la zona, evaluando la ubicación de los puestos de control, realizando la caracterización epidemiológica para la evaluación de riesgos y calculando el personal requerido para cada una de las funciones.
El Instituto continuará atendiendo de manera oportuna la notificación de enfermedades vesiculares, a la vez que reforzará el diagnóstico diferencial en laboratorio, teniendo en cuenta que los síntomas de la fiebre aftosa son similares a la estomatitis vesicular.
Colombia seguirá trabajando conjuntamente con otros países en la implementación de políticas sanitarias contra de la fiebre aftosa, por medio de una visión regionalizada, altos porcentajes de inmunización y la cooperación del sector privado en la ejecución de programas.