Las marranitas hechas en Cali son elaboradas con insumos de productores que cuidan la sanidad de sus cultivos

Marranitas.
Marranitas.

Valle del Cauca, 22 de mayo del 2025. Como todas las ciudades colombianas, Cali se beneficia de los alimentos que cultivan los campesinos, buscando siempre que cumplan con los estándares de calidad. La gastronomía caleña incluye productos fritos en los que se destacan aborrajados, papas rellenas, empanadas, pero las grandes protagonistas, son las marranitas.  Estas últimas son bolas de plátano fritas, rellenas con chicharrón en trocitos y cubiertas con harina de trigo. 

Y en este camino, los primeros beneficiados son los emprendedores que se dedican a la cocina local. Una de ellas, Nayive Ortiz Mulato, dedicada a los sabores tradicionales del Valle opina que: “Tiene que ver mucho los agricultores (hablando de la calidad en los productos), lo que realizan esas personas, porque si no fuera así, pues yo creo que los productos no serían de buena calidad, o sea, depende mucho, eso va como una cadena…”

En la cadena de producción juega un papel importante el acompañamiento de la autoridad sanitaria del país, el ICA, guiando a los campesinos en el camino a una Reforma Agraria para que desarrollen sus procesos, buscando desarrollo económico, al tiempo que realizan acciones que garantizan la seguridad alimentaria para las poblaciones.

El Valle del Cauca es el tercer departamento colombiano en producción de cerdo, materia prima de sus famosas marranitas. La responsable de la inocuidad veterinaria del ICA en el Valle, Jenny Maricel Díaz Paredes, sostiene que los porcinos son una de las líneas pecuarias de fortaleza en el departamento y “a la fecha tenemos 36 granjas vigentes certificadas en Buenas Prácticas Ganaderas, con la ayuda del gremio que es Porkcolombia. Nuestro trabajo en el ICA es certificar los predios porcinos y hacemos visitas anuales de seguimiento a este proceso.”

En cuanto a la autorización sanitaria e inocuidad, hay 1127 establecimientos porcícolas certificados, requisito para llevar animales a planta de beneficio para consumo humano, y estos mismos son visitados de manera permanente en jornadas de inspección, vigilancia y control.

“Si se encuentra que un predio no cumple con los requisitos, se le retira la autorización sanitaria temporalmente hasta que corrija las no conformidades.  También hacemos muestreos de sangre y orina para analizar presencia de cantidades no permitidas de residuos de medicamentos y presencia de sustancias prohibidas por el ICA”, explicó la doctora Díaz Paredes.

Asimismo, la producción de plátanos tiene respectivos procesos de acompañamiento fitosanitario, para garantizar que los que llegan a las mesas de los vallecaucanos que se utilizan en la preparación de las marranitas y demás productos de la fritanga caleña sean sanos. 

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