La EEB se manifiesta en bovinos adultos de ambos sexos, sin distinción de razas o cruzamientos; la mayoría de casos registrados se refieren a ganado lechero, debido al manejo zootécnico y al periodo de vida productiva más prolongada. El curso clínico es variable, puede extenderse varios días o presentarse varias semanas en forma progresiva y fatal. En términos generales los principales signos neurológicos son los siguientes:
- Cambios progresivos de comportamiento como excitabilidad creciente, depresión, nerviosismo, movimientos excesivos y asimétricos de los ojos y las orejas, incremento aparente de la salivación, tremores, vocalización excesiva, reacción de pánico y alerta excesiva.
- Sensibilidad: Ceguera, presión de la cabeza contra objetos, lamido excesivo, coceos en el aire, hiperestesia, comportamiento compulsivo (lamer excesivamente, lamido frecuente del morro, rechinamiento de los dientes y caminar en círculos) hipersensibilidad al tacto y/o al sonido (hiperestesia).
- Alteraciones de la postura y la locomoción, tales como postura anormal (posición de perro sentado), marcha anormal (en particular, ataxia de los miembros pelvianos), porte bajo de cabeza, porte de timidez, dificultad para evitar obstáculos, incapacidad para levantarse y decúbito prolongado.
- Algunos signos generalizados no específicos, tales como menor producción de leche, pérdida de condición corporal, pérdida de peso, y bradicardia y otros trastornos del ritmo cardíaco.
Diagnóstico
No existe ningún método útil para confirmar la presencia de EEB en el animal vivo. La identificación del “agente” empieza con la sospecha clínica de la enfermedad, o bien con la demostración post-mortem de alteraciones histopatológicas o de una acumulación de PrPSc en un animal sospechoso o en un animal no sospechoso mediante programas de vigilancia epidemiológica. La naturaleza del “agente” en sí sigue siendo hipotética, y por tanto no puede aislarse con fines de diagnóstico. Por lo tanto, solo puede diagnosticarse mediante el examen histopatológico del tallo encefálico (Obex) y por la detección de la forma anormal del prion (PrPsc) por pruebas bioquímicas postmortem.
Métodos diagnósticos
- Síntomas clínicos
- Histopatología
- Detección de PrPsc: Inmunohistoquímica, Western Blot, ELISA, detección SAF
1. Histopatología: El diagnóstico de la EEB se ha basado principalmente en el estudió histopatológico (poco sensible) del Obex (primera porción de la medula cervical), caracterizado morfológicamente por Vacuolización de las neuronas y del neuropilo y astrogliosis.
2. Detección de PrPsc
Detección de PrPsc: Inmunohistoquímica, Western Blot, ELISA, detección SAF
- Inmunohistoquímica (IHQ): La IHQ se considera la prueba confirmatoria y de referencia, se basa en la demostración de sustancias antigénicas en tejidos o células, mediante la reacción antígeno – anticuerpo unido a moléculas marcadoras; detecta al prion patológico (PrPsc) utilizando su característica de ser resistente a la digestión por la proteasa; una vez tratada la muestra con la enzima proteolítica, el PrPsc se marca con anticuerpos monoclonales antiprión, visualizándose la reacción a través de una coloración histoquímica. La IHQ, es más sensible que la histopatología y puede ser realizada aún en muestras autolizadas.
- Detección de SAF: las lesiones neurológicas microscópicas de la EEB son características en el SNC al igual que las observadas en el scrapie. Los estudios de extractos de cerebro infectados por EEB, realizados por intermedio de microscopia electrónica, contienen fibrillas anormales similares a las fibrillas asociadas al scrapie llamadas SAF (Scrapie Associated Fibrils). La presencia de ellas, es otro signo característico de las EETs.
- Pruebas rápidas/Pruebas bioquímicas:
1. Western Blot: Es la prueba reina de la EEB por la alta sensibilidad y especificidad, se basa en la detección de la presencia de las PrPsc resistentes a las proteasas. La proteína PrPsc es captada por una membrana y marcada con anticuerpos monoclonales que distinguen entre las proteínas bovinas, ovinas y humanas. La resistencia enzimática se detecta, en una primera etapa, destruyendo las PrP normales. La reacción inmunológica se identifica frente a los anticuerpos específicos por la observación de un fragmento menor por electroforesis. Esta prueba de screening en países europeos, siendo luego confirmados por IHQ e histopatología.
2. ELISA: esta técnica permite la detección de la PrPsc, luego de la digestión enzimática de la muestra. La proteína resistente es detectada por anticuerpos específicos conjugados con una enzima; si la muestra es positiva se detecta por una reacción luminiscente que puede ser cuantificada.