
Un sensor es una persona que luego de recibir una capacitación basada en aspectos de manejo y control, se convierte en un elemento de apoyo y alerta para el diseño operativo de programas de prevención y vigilancia sanitaria y fitosanitaria. El Ica ha establecido procedimientos operativos de selección de agricultores, ganaderos y/o asistentes técnicos locales para que participen en esta estrategia sanitaria nacional.
Los sensores son un componente indispensable en la estrategia sanitaria liderada por el Ica, que implica un proceso científico-técnico participativo basado en procedimientos factibles económicotóxicos ecológicos. Estos procesos se integran y se utilizan con un máximo de armonía para identificar, controlar y mantener los organismos nocivos por debajo del umbral de daño económico. La utilización consciente de este sistema armónico, fundamentado en bases técnicas de los factores de regulación natural indicadas por el Ica, serán un aporte para garantizar la sanidad agropecuaria.
La estabilidad y reconocimiento nacional e internacional de los sensores son el complemento de la política de aseguramiento de calidad en materia sanitaria. Una vez capacitados y decididos voluntariamente a trabajar por la estabilidad sanitaria de los cultivos y/o especies pecuarias de su finca, zona y región, los sensores se convierten en el soporte para el funcionamiento de los sistemas de alerta temprana para la prevencion y control sanitario.
Los sensores se identificarán con un carné otorgado por el Ica y mantendrán un canal de comunicación abierto con las oficinas nacionales, las coordinaciones seccionales y las oficinas locales del Ica, así como los puntos de frontera y demás componentes del sistema.
En un futuro no lejano, los sensores serán el componente básico para que el Ica complemente sus sistemas de alertas tempranas y pueda emitir recomendaciones técnicas que permitan la estabilidad sanitaria regional.