Por una producción de guayaba sana, el ICA visita los predios agrícolas de San Andrés, Providencia y Santa Catalina

Foto de Archivo ICA.
 
  • La guayaba es una de las frutas con mayores niveles de vitamina C, por gramo contiene cuatro veces más que la naranja, lo que la convierte en un antigripal natural.

San Andrés, 29 de septiembre de 2019. El Instituto Colombiano Agropecuario, ICA, realizó visitas de monitoreo y vigilancia fitosanitaria a los cultivos de guayaba de las islas de San Andrés, Providencia y Santa Catalina, con el fin de proteger la sanidad en la producción frutícola del departamento.
 
La actividad que fue adelantada por funcionarios del ICA en los predios de producción de traspatio del archipiélago, tuvo como objetivo identificar la presencia de plagas de importancia económica en el cultivo de la guayaba, como es el caso de la Capulinia linarosae, plaga que causa pérdidas considerables en la producción.
 
El cultivo de guayaba es parte indispensable de la dieta alimentaria de los isleños, dadas las altas propiedades nutricionales de la fruta y por los diferentes usos que le dan las comunidades raizales del archipiélago, ya que es insumo fundamental para la producción de dulces, jaleas, mermeladas, entre otros.
 
Durante lo corrido del presente año, el ICA ha realizado 151 visitas de inspección a los predios productores de guayaba del departamento insular, en las cuales se ha logrado la erradicación de 20 focos de la plaga Capulinia linarosae, garantizando la sanidad en la producción, la cual es parte del sustento económico de más de 90 familias de la zona.
 
“El ICA trabaja por la sanidad agropecuaria en todos los sectores productivos del departamento y, para tal fin, realiza visitas de vigilancia y de inspección a los cultivos de las islas, para lograr a través de la detección temprana de plagas y enfermedades, proteger el estatus sanitario del archipiélago”, aseguró Martie Aicardo Stephens, gerente seccional (e) del ICA en San Andrés, Providencia y Santa Catalina.
 
Datos de interés
 
  • Desde su aparición en Venezuela en el año 1.993, la Capulinia linarosae se ha convertido en una de las plagas más destructivas para los cultivos de guayaba, generando grandes pérdidas en la producción, especialmente en la Costa Caribe colombiana.

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