Así lo manifestó el gerente general de esta entidad, Luis Fernando Caicedo Lince, al hacer entrega oficial de este equipo en el Centro de Diagnóstico Veterinario del ICA, ubicado en la ciudad de Sincelejo.“Esta nueva prueba diagnóstica busca consolidar el programa de erradicación de la brucelosis bovina, enfermedad que después de la fiebre aftosa reviste una gran importancia por su impacto en la producción por las pérdidas que ocasiona y porque además afecta la salud pública”, señaló el gerente del Instituto.
Esta prueba con tecnología de punta también beneficiará a los ganaderos de los municipios de Chinú, Sahagún, Cereté, Chima y Momil, en el departamento de Córdoba; Santana, Plato, y Chivolo en el departamento del Magdalena; Magangué, Mompox, Carmen de Bolívar y Córdoba en el departamento de Bolívar.
Es de esta manera que con la FPA los productores obtendrán resultados al día siguiente de su procesamiento sobre el diagnóstico de la brucelosis, por un valor de 9.500 pesos por animal.
La nueva prueba, que será aplicada exclusivamente en los laboratorios del Instituto en todo el país, se constituye en un gran beneficio para los ganaderos de estas zonas, porque, además de reducir costos por el diagnóstico de la enfermedad, podrán avanzar rápidamente en el control de esta en sus hatos.
La implementación de esta técnica hace parte del proyecto nacional de erradicación de brucelosis del Instituto, que ha ampliado sus objetivos a la declaratoria de zonas libres de la enfermedad.
En el caso de Sucre, el ICA declarará próximamente a Coveñas, con un total de 105 predios y 3.616 cabezas de ganado, como el primer municipio libre de brucelosis, a la vez que diez predios han sido certificados libres en los municipios de Toluviejo, San Onofre y Tolú. En la actualidad seis predios están en proceso de certificación.
El gerente general del ICA, Luis Fernando Caicedo Lince, describió la FPA como “una herramienta para continuar la erradicación de la brucelosis, ya que su aplicación genera resultados confiables en un menor tiempo, permitiendo reducir la incidencia de la enfermedad sobre las hembras del país que hoy se calculan en al menos 10 millones y medio de cabezas y que son el futuro de nuestra ganadería”.