Montería, 20 de junio de 2025. En Montería, funcionarios del Instituto Colombiano Agropecuario (ICA) recorren los diferentes municipios realizando vigilancia y control. Sin embargo, esta labor va mucho más allá de su definición tradicional: lo que realmente hacen es acompañar a los agricultores, productores y ganaderos para garantizar una producción óptima y asegurar el bienestar animal.
Durante estos recorridos por el departamento, han conocido a diversas personas que eligieron el campo como estilo de vida, como Luis Fernando Lejarde Arbeláez, representante de la ganadería Gualanday. Este nombre no es casual: proviene del árbol de gualanday, un símbolo importante para su entorno.
Luis inició en la ganadería en 1999. Descubrió una pasión que se convirtió en una verdadera vocación. Cuando se le pregunta qué es la ganadería, responde con ese entusiasmo característico de los antioqueños:
“La ganadería para mí es una pasión, una forma de vida, una forma de conectarme con el campo, una forma de generar trabajo, de generar empleo. Un resumen: es una pasión. Me siento pleno, realizado, muy contento en esta actividad”.
Llegó a Planeta Rica inicialmente por otra actividad comercial, pero encontró un lugar hermoso, tranquilo y seguro para desarrollar la ganadería, especialmente en un departamento como Córdoba, netamente ganadero. Luis es un ejemplo de un productor comprometido no solo con la inocuidad de los alimentos, sino también con el bienestar animal; por esta razón fue certificado por el ICA en Buenas Prácticas Ganaderas (BPG).
Cuando los funcionarios del ICA llegan a Gualanday, encuentran un lugar acogedor, evidente en cada detalle: caminos sombreados para el ganado, agua potable disponible y un trato respetuoso hacia los animales. Luis describe al personal del ICA como
“compañeros del camino” y añade:
“Solo tengo por decirles al personal del ICA que nos sigan apoyando, que nos sigan acompañando. Son gente muy valiosa, de mucha ayuda para nosotros. De verdad, el ICA lo hemos tenido cerca, lo queremos cerca y siempre”.
Además, aprovecha el espacio para animar a otros ganaderos a certificarse:
“Es la misma forma de hacer las cosas, pero bien hechas y bajo métodos y procedimientos donde queda consignada la trazabilidad. Me parece muy importante que la gente pueda certificarse; se los recomiendo ampliamente a todos los ganaderos del país”.
La encargada de verificar las buenas prácticas en esta ocasión fue la veterinaria de la seccional Córdoba, Sara Lisbeth Beltran Santander, quien explicó que las BPG son un conjunto de actividades y procedimientos que implementan las fincas de producción pecuaria para asegurar productos inocuos para el consumo humano.
Incluyen registros formales sobre el uso de medicamentos veterinarios, tiempos de retiro, fumigaciones con periodos de carencia, entre otros, para proteger la seguridad alimentaria. De esta manera, se garantiza que productos como la carne y la leche que llegan al consumidor final sean limpios y seguros.
Este acompañamiento permanente del ICA no solo refuerza las capacidades técnicas y operativas de los ganaderos, sino que también impulsa el desarrollo rural responsable y sostenible. La historia de Luis Fernando Lejarde Arbeláez y la ganadería Gualanday es un ejemplo inspirador del impacto positivo de las Buenas Prácticas Ganaderas: certificar, acompañar, capacitar y verificar. Estas acciones transforman la producción agropecuaria en una actividad más competitiva, segura y respetuosa con los animales y los consumidores, fortaleciendo así el compromiso institucional con la calidad, el bienestar animal y la inocuidad alimentaria en todo el país.
