Tunja, Boyacá, 18 de septiembre de 2024. Agricultores del municipio de Duitama, Boyacá, alcanzaron un hito significativo en la lucha contra la mosca del Mediterráneo, una de las plagas más dañinas para los cultivos frutales. Gracias a la implementación de prácticas fitosanitarias recomendadas por los técnicos del Instituto Colombino Agropecuario (ICA) y al compromiso constante de los productores, se logró la reducción del 70% en la incidencia de esta plaga en los cultivos.
El ICA, como entidad responsable de brindar asistencia técnica y monitoreo fitosanitario, ha trabajado estrechamente con los agricultores de Duitama a través de visitas periódicas cada 14 o 15 días.
“Durante estas visitas, nuestros funcionarios y contratistas ofrecen orientación sobre el uso responsable de productos biológicos, la instalación y manejo de trampas, y otras prácticas agrícolas para el control integrado de plagas. Como resultado de este esfuerzo conjunto, la calidad y productividad de los cultivos ha mejorado notablemente”, expresó Herberth Matheus Gómez, gerente seccional del ICA en Boyacá.
Antes de la intervención del ICA, los productores reportaban pérdidas de hasta el 40% de la producción debido a la presencia de la mosca del Mediterráneo. Sin embargo, tras la aplicación de las recomendaciones fitosanitarias, las perdidas han reducido a menos del 10%, lo que representa un avance para los agricultores locales.
Actualmente, en Duitama se cultivan aproximadamente 78 toneladas de feijoa al año, una producción que ahora está mejor protegida contra las amenazas de plagas.
La reducción de la plaga no solo ha beneficiado directamente a los agricultores, quienes ven reflejados mayores ingresos al reducir las pérdidas económicas, sino también los consumidores, quienes ahora tienen acceso a productos agrícolas de mayor calidad. Esta mejora también fortalece la competitividad de los productos locales en mercados nacionales, abriendo nuevas oportunidades comerciales para los productores de feijoa de Boyacá.
Este caso de éxito en Duitama sirve como un modelo a seguir para otros agricultores que enfrentan desafíos similares con la mosca del Mediterráneo u otras plagas. La cooperación entre los productores y las instituciones como el ICA demuestra que, con las medidas adecuadas y el compromiso necesario, es posible alcanzar un desarrollo sostenible en el sector agrícola.