¿Qué es la influenza equina?


La influenza equina es una enfermedad respiratoria altamente contagiosa, rara vez mortal que afecta a caballos, asnos, mulares y otros équidos. Se conoce desde tiempos muy antiguos donde los brotes de la enfermedad paralizaban el comercio. En la actualidad, las epidemias siguen teniendo graves consecuencias en el sector equino.
 
La enfermedad es causada por los subtipos H7N7 y H3N8 del virus de la influenza A que, al igual que los agentes causales de la gripe humana y la influenza aviar, pertenecen a la familia Ortomixoviridae, aunque sus características son diferentes. La Influenza equina solo afecta a équidos y no se conoce potencial zoonótico, es decir no se puede transmitir de animales enfermos al hombre.
 

¿Cómo se transmite y propaga? 


La influenza equina es altamente contagiosa, se transmite mediante el contacto con animales infectados que liberan partículas virales por conducto de la tos y secreciones respiratorias. Los animales infectados pueden expulsar el virus antes de manifestar síntomas clínicos. También se propaga por la transmisión mecánica es decir a través de la ropa y elementos de las personas que trabajan con caballos.

 

¿Cúales son los signos clínicos?


En animales susceptibles, los síntomas clínicos presentados son fiebre, tos seca, descarga nasal. Así mismo se observa decaimiento, pérdida del apetito, dolores musculares y debilidad. Generalmente los síntomas clínicos disminuyen en pocos días, sin embargo, pueden aparecer complicaciones provocadas por infecciones secundarias.
 
Si bien la mayoría de los animales se recupera en 15 días, la tos puede persistir durante más tiempo y algunos caballos demoran hasta seis meses en recobrar por completo su capacidad física. Si no se concede un reposo adecuado a los animales, la evolución clínica se prolonga.

 

¿Cómo se diagnostica?

 

 Los síntomas clínicos son claros, pero el diagnóstico definitivo se establece mediante pruebas serológicas o aislamiento vira.

¿Cómo prevenir y controlar?

 

 La vacunación es una de las maneras de prevenir la presentación de la enfermedad. Sin embargo, la variabilidad de las cepas virales circulantes y la dificultad para compararlas con las cepas vacunales, la vacunación no siempre protege de la infección, pero puede reducir la gravedad de la enfermedad y el tiempo necesario para la recuperación. Para que la vacunación sea eficaz como medida de prevención, es necesario utilizar los esquemas propuestos por los titulares de los productos.
 

Recomendaciones

 
  • Abstenerse voluntariamente de movilizar equinos a eventos de concentración tales como: cabalgatas, festivales y ferias de exposición. 
  • Evitar el ingreso de cualquier équido (equino, asnal y mular), que presente signos respiratorios compatibles con la enfermedad a otros predios con presencia de animales sanos. 
  • Si encuentra algún equino con signos clínicos como: cuadro respiratorio que lo debilite por semanas, tos seca, fiebre, descarga nasal serosa y posterior mucopurulenta, pérdida de apetito, debilidad y dolores musculares, debe informar inmediatamente a la sede del ICA más cercana a su zona de ubicación.
  • Realizar la desinfección de los vehículos e implementos que se utilicen en la movilización de los animales.
  • Vacunar contra la influenza equina a los todos los équidos que sean de su propiedad.