En la tabla 1, se presenta el consolidado de pruebas diagnosticas realizadas en país.
Tabla 1. Consolidado pruebas diagnósticas para Encefalopatías Espongiformes Transmisibles EET, realizadas en el Laboratorio Nacional de Diagnóstico Veterinario, 2002-2007.
2.002 - 2.007
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Histopatología
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4.452
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No se observa lesiones microscópicas de EEB
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Inmunoperoxidasa
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725
*(7 H)
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Inmunomarcación Negativa a PrPsc
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Prueba Rápida, ELISA
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660
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Negativa
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- Inmunohistoquímica corrida a 7 muestras de humanos, enviadas por el Instituto Nacional de Salud, con lectura morfológica de encefalopatía espongiforme.
- En Colombia, no hay evidencia clínica ni diagnóstica de EEB, SCRAPIE; demostrando la ausencia de EET en animales y humanos.
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Otro de los criterios importantes prescritos por la OIE, para acceder a la certificación, es la gestión de riesgos exógenos o evaluación de difusión, es decir evaluar la probabilidad que el agente de la EEB haya sido introducido al país; en este contexto, El país, desde el año 2.001, puso en vigor la Resolución No. 00991, por medio de la cual se prohíbe el uso de harinas de carne, de sangre y de hueso (vaporizadas), de carne y hueso y de despojos de mamíferos para la alimentación de rumiantes; por otra parte, Colombia cuenta con 35 plantas productoras de harinas de origen animal registradas, que a partir del 2001 vienen siendo monitoreadas mediante auditoria técnica, mínimo una por año, en las que se constatan los procedimientos de proceso, en cuanto a las condiciones de temperatura, presión y tiempo que garanticen el cumplimiento de estándares de la OIE.
Igualmente, existen 81 plantas productoras de alimentos suplementarios para bovinos, que elaboran 385 productos o formulaciones por fase y sistema de producción con volúmenes cercanos a las 550.000 toneladas, los cuales se encuentran registrados ante el ICA, para la alimentación de bovinos. Sistemáticamente estas plantas productoras de alimentos suplementarios son objeto de muestreo por parte del Grupo de Regulación y Control de Alimentos del ICA, analizando al azar el 60% (232 muestras para el año 2.007) del total los productos registrados, incluidos los de autoconsumo, por medio de la técnica de microscopía y prueba colorimétrica, esta ultima implementada a partir del 2003 como prueba confirmatoria para las muestras sospechosas por microscopía, para determinar la presencia de harinas de carne y de hueso de origen mamífero y así corroborar que los alimentos suplementarios para bovinos administrados en país, no están elaborados con estas materias primas. El total de alimentos suplementarios elaborados para bovinos, es consumido en el país, por lo tanto hay un autoabastecimiento y no se tiene ningún producto suplementario para bovinos registrado como de importación.
Al país ingresaron entre 1987 y el 1998, alrededor de 2.318, bovinos provenientes de países con diagnostico de EEB en animales nativos (Alemania, Francia, España, Austria y Bélgica); sin embargo, las importaciones de animales provenientes de Europa tienen más de 10 años estar en el país superando el percentil 95% del promedio del periodo de incubación de la enfermedad y si no fueron sacrificados antes, la mayoría (96%) hubiesen desarrollado la enfermedad entre el 2001 y el año 2003 y hubiesen muerto para esa fecha. Revisando registros de patologías diagnósticas por síndrome neurológico bovino durante esa época y actualmente, no ha reportado ningún diagnostico compatible con EEB; Adicionalmente, fue durante esta época se llevó a cabo el muestreo para la búsqueda activa de la EEB con resultados negativos. Los animales importados de Canadá llegaron al país luego de la prohibición en ese país de la alimentación de bovinos con harinas de carne y hueso de origen rumiante en 1997. Si la incidencia de la enfermedad en Canadá continua con el mismo comportamiento, en el 2006, el 73%(159/217) de los bovinos importados no serian de riesgo y el 17% (104) restante se tienen bajo vigilancia oficial. En cuanto a las importaciones de bovinos de los Estados Unidos entre 1.997 y 2.003, de 3.459 bovinos que ingresaron al país, se conoce el destino final de 2.264, es decir el 65.4%, de los cuales 776 están bajo seguimiento oficial y se continua con el rastreo del 34.6% (1.195) restante.
Con base en lo anterior se puede concluir que: La Encefalopatía Espongiforme Bovina, es poco probable que exista en Colombia por las siguientes razones:
- Por ser un país que se sitúa en la zona ecuatorial, los sistemas de explotación de las ganaderías en Colombia se basan en la explotación extensiva con posibilidades de pastoreo durante todo el año y alimentación natural abundante y de bajo costo. La suplementación con alimentos balanceados es muy poca y se restringe a ganaderías de selección o alta producción lechera.
- Las acciones de vigilancia que han tomando los países con EEB de los que se importaron bovinos, así como la proporción de incidencia que presenta la enfermedad en los mismos, hace poco probable que alguno o algunos de los animales importados hubieran venido infectados.
- Los hábitos de consumo de la población colombiana, donde tradicionalmente se consumen los materiales específicos de riesgo, MER disminuyen la probabilidad de que si algún bovino importado hubiera venido infectado, sus MER hayan entrado a la cadena alimenticia de los bovinos.
- En Colombia no hay diagnóstico de la variante de la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob (vCJ) en humanos. Esta situación es indicadora de la ausencia de MER que contaminen los alimentos balanceados que consumen de bovinos en el país.
- Antes de la prohibición del uso de las harinas de carne y de hueso (2.001), los alimentos suplementarios para bovinos que se procesan en el país, debido al alto costo que representa, poco involucran en su formulación, proteínas de origen animal.
- Los procesos de las harinas de carne y hueso en el país combinan temperatura, tiempo y presión de tal forma que si ingresa una pequeña cantidad del prion pueda ser eliminada.
- Los resultados de las actividades de vigilancia realizada en el país en busca de la enfermedad, demuestran la ausencia la EEB.
- Actualmente, Colombia tiene normas y procedimientos de importación que hace poco probable el ingreso de la EEB.
- El país cuenta con capacidad diagnóstica de la enfermedad y técnicas reconocidas a nivel mundial que en caso de estar presente la enfermedad, esta puede ser reconocida.
- Los controles que se realizan en los alimentos suplementarios para bovinos a partir del 2001 han demostrado la ausencia de proteínas de origen animal en su formulación. Excepción de un caso en 2001 y otro en el 2002 que fueron captadas por el sistema de vigilancia y fueron decomisadas.
- No se ha registrado la importación de alimentos suplementarios para bovinos ni de harinas de carne y hueso de países afectados por EEB.
- El ICA mantiene un plan de capacitación y transferencia a profesionales de salud animal, salud pública, gremios, universidades y productores obteniendo como respuesta el incremento en el conocimiento de la EEB y el aumento en la capacidad de notificación en caso de que se presente.
Finalmente, como consecuencia del desarrollo de las acciones anteriormente mencionadas, durante el tiempo requerido, será el reconocimiento internacional como país de riesgo insignificante de EEB, categoría equivalente a país libre de EEB; igualmente se evitará el grave impacto que la enfermedad podría causar no solo a la sanidad bovina del país y a la salud de la población humana por los riesgos de exposición a la variante de la enfermedad de Creutzfelt Jacob (vCJ); sino también, las graves consecuencias políticas, económicas y sociales que la acompañarían; además, permitirá consolidar la calidad sanitaria de nuestras exportaciones en el mercado internacional, potenciando la apertura de nuevos mercados de bovinos y sus productos lo que podría traducirse en un aumento de los volúmenes de exportación y la generación de nuevas divisas al país.